El caricaturista Vladimir Flórez, más conocido como Vladdo, visitó esta mañana la Universidad Santo Tomás para participar en la Cátedra Semana, una de las actividades más destacadas de la semana Komunik.
El popular dibujante colombiano, dos veces ganador del Premio Nacional de Periodismo y cuya excelencia ha sido reconocida por la Sociedad Iberoamericana de Prensa, al mejor estilo de Clint Eastwood, habló de lo bueno, lo malo y lo feo de la caricatura, su medio de ejercicio profesional desde hace 31 años en varios de los medios escritos más importantes del país, como la revista Semana y el diario El Tiempo.
Vladdo montó en su acostumbrado vehículo del humor para enviar certeros mensajes contra la censura, la corrupción y la vida política colombiana. Como explica en el vídeo, para él la caricatura es “un género más de opinión que trata de dar otro enfoque a los temas de actualidad”. Ante un anfiteatro abarrotado en el que las carcajadas eran constantes, dio a conocer sus impresiones sobre la profesión y repasó su trayectoria: “Mi trabajo tiene que ver con el poder, mejor dicho con ser el anti poder”.
Tras repasar con nostalgia y humor sus orígenes, en los que cobraba la caricatura a 300 pesos en el diario La República, Vladdo centró su intervención en explicar qué es para él lo mejor, lo peor y lo más feo de la profesión. “Ser caricaturista es como el amor: está muy bien, pero te llevas muchas decepciones”. Lo más satisfactorio de su trabajo es el hecho de “tomar del pelo y cobrar por ello”, pero también le agrada tener un medio para “sacar al sol los trapos de los políticos” y todo esto siendo, según afirma, más leído que la mayoría de columnistas. El reconocido dibujante considera que a los caricaturistas “no se les toma tan en serio como al resto de periodistas” y piensa que en Colombia hay escasez de medios que publiquen este género y los que lo hacen lo pagan mal: “Tengo un colega que dice que en Colombia lo que se paga por el humor es de risa”. Para Vladdo, lo peor es sufrir la censura, para él muy frecuente en los medios colombianos. “Yo la he sufrido en dos ocasiones. Una vez renuncié a mi puesto de trabajo en El Tiempo porque me cambiaron la leyenda de una caricatura. Más tarde, el director de la revista Semana intentó modificar una viñeta y yo le dije que o salía tal cual o no salía. Estuve una semana sin publicar pero el jefe no volvió a corregirme, ese espacio hay que ganárselo”, aseveró. Sobre los actuales males de la profesión habló Vladdo largo y tendido en la segunda parte de su intervención, dedicada a preguntas de los asistentes: “La gente vive abrumada por tanta información y los medios hoy están más pendientes de ganar clicks que de dar una buenas noticias. Prefieren seguir las tendencias de las Redes Sociales a marcar unas propias”, aseguró. Reconoció que su intención siempre es utilizar su influencia para arrastrar al lector hacia ciertas posturas: “La objetividad no existe, hay que hacer las cosas bien. En 31 años he construido una imagen, la gente ya sabe a qué atenerse cuando me lee y sabe lo que opino sobre muchos temas. Creo que por eso me siguen contratando, hacer dibujos está muy bien pero es necesario un mensaje”. El caricaturista fue crítico especialmente hacia el uso del celular: “Cuando lo miras crees que estás adquiriendo conocimientos, pero en realidad estás perdiendo criterio”. Considera que los móviles, internet o los computadores son solo “herramientas, como antes lo eran el lápiz y el papel y poco importan si no se utiliza la mente”. Para concluir, Vladdo anunció que prepara un libro con material especial con motivo del 20 aniversario de Aleida, su personaje femenino que se ha convertido en ícono de la caricatura colombiana. “Yo no podría tener una esposa como Aleida, no aguantaría tanto voltaje”, aseguró entre risas. Positivas opiniones generó la visita del caricaturista a la USTA invitado por la Facultad de Comunicación Social para la Paz. Entre ellas, la del profesor de audiovisuales, Juan Antonio Liévano, quien destaca el dibujo de Vladdo como un medio idóneo para retratar nuestra realidad. Periodistas: Sergio Perez, Gabriel Garrote y Brenda Cuadros.
