Sin importar la lluvia y el frío miles de personas acudieron a la catedral Primada para continuar orando ante la Reina y Patrona de los Colombianos. 

Doña Blanca Inés Guerrero, fue una de esas feligreses que desde muy temprano llegó a la catedral con el fin de ver de cerca la milagrosa imagen y poner ante los pies de la virgen Madre sus peticiones. 

"Yo padezco de una grave enfermedad. Por eso yo vengo a pedirle a la Virgen
con toda mi alma y toda mi fe para que ella me sane porque yo estoy perdiendo
mi oído y todos los días tengo problema para levantarme. Yo tengo la fe y la
certeza de que ella me sacará, manifestó Doña Blanca".

Gloria Isabel Rojas, otra fiel devota de la renovada imagen, también llegó hasta este templo para cumplir con la tradición de fe de su familia. "Una vez veníamos en una camioneta con mi esposo y nos accidentamos, en ese momento mi suegra y yo gritamos ¡Virgen de Chiquinquirá, sálvanos!, y gracias a ella no nos pasó nada", relata doña Gloria Isabel Rojas, que desde ese momento no ha dejado de visitar a la virgen de Chiquinquirá donde quiera que ella se encuentre.

Hay otros fieles devotos de la Virgen que han corrido con más suerte y han logrado incluso llegar a estar un rato a solas con ella. Es el caso de Pablo Alberto Arias, un voluntario de la defensa civil que ha estado presente en la catedral desde el día que el Lienzo Milagroso entró en la catedral. "Gracias a Dios, por el servicio que estoy prestando, he podido orar a solas ante ella. Le he pedido por mi familia y por la paz de Colombia. He orado ante ella cuando todas las personas ya se han ido de la Catedral", comenta Pablo Alberto.

Historias como estas son contadas en el silencio del corazón de cada una de las personas que se presentan por tan sólo unos minutos ante la imagen Sagrada.

La Catedral Primada permaneció llena hasta las siete de la noche, hora en la que culminaron los homenajes.

Cobertura por Patricia Estupiñan